El Senado debate el Presupuesto libertario: votos asegurados, pero una bomba en educación amenaza hacerlo caer

26 de diciembre de 2025
Redacción La Plata Diario

El Gobierno llega a la Cámara alta con los votos para aprobar el primer Presupuesto de la era Milei, pero un artículo escondido amenaza con hacer naufragar el proyecto. Educación, ciencia y deuda: la tríada que define una negociación al límite, con olor a fin de año y riesgo financiero.

Hay momentos en la política argentina en los que el calendario se convierte en actor principal. El debate del Presupuesto 2026 en el Senado es uno de ellos. Al Gobierno de Javier Milei le quedan apenas tres días hábiles para sancionar la primera ley de gastos y recursos de su gestión, después de haber gobernado más de dos años con presupuestos heredados y prorrogados. Un hecho inédito desde 1983.

El proyecto, aprobado en general en Diputados con el respaldo de La Libertad Avanza y sus aliados, desembarca este viernes en la Cámara alta con un panorama que, en apariencia, favorece al oficialismo. El “poroteo” cierra: LLA, PRO, UCR, bloques provinciales y hasta un puñado de senadores peronistas —casualmente alineados con provincias beneficiadas por giros discrecionales— garantizan la mayoría.

Pero en política parlamentaria, el diablo suele esconderse en los artículos.

El artículo 30: el ajuste que nadie vio venir

Cuando todo parecía encaminado, apareció un imponderable que encendió luces amarillas entre los aliados del Gobierno. El artículo 30 del Presupuesto deroga normas clave de la Ley de Educación y del sistema de financiamiento científico. En términos concretos, elimina la inversión mínima del 6% del PBI en educación, borra el sendero que llevaba la inversión en ciencia al 1% del PBI en 2032 y suprime el 0,2% destinado a escuelas técnicas.

El recorte fue aprobado sin mayor ruido en Diputados, pero en el Senado el impacto fue otro. Senadores de la UCR, encabezados por Eduardo Vischi, y del bloque Convicción Federal, liderado por Fernando Salino, ya anticiparon que votarán a favor del Presupuesto en general, pero rechazarán o modificarán ese artículo.

Si eso ocurre, el proyecto deberá volver a Diputados en plena feria parlamentaria, entre el 29 y el 30 de diciembre, o incluso los primeros días de enero. Un escenario que, en la práctica, roza lo imposible.

El reloj corre y la deuda espera

La urgencia del oficialismo no es solo política. Es financiera. La aprobación del Presupuesto habilita al Gobierno a tomar nueva deuda para afrontar vencimientos millonarios en 2026 y enviar señales de previsibilidad a los mercados y a los organismos internacionales.

La Comisión de Presupuesto del Senado emitió dictamen.

Sin Presupuesto, el fantasma del default técnico vuelve a asomar. Por eso, la ansiedad no se limita a Javier Milei: se extiende a su ministro de Economía, Luis Caputo, que necesita la ley para sostener el delicado equilibrio fiscal y financiero que exhibe como principal logro de la gestión.

Las promesas del papel

El Presupuesto 2026 proyecta un crecimiento del 5% del PBI, una inflación anual del 10,4% y un superávit primario del 1,5%. Mantiene el esquema de bandas cambiarias, con un dólar estimado en $1.423 a diciembre del año próximo.

Los números prometen expansión del consumo privado (4,9%), inversión en alza (9,4%) y un fuerte crecimiento de exportaciones. Pero también consolidan decisiones polémicas: congelamiento del bono a jubilados, recorte en pensiones por discapacidad y una fuerte reducción de la partida Alimentar, mientras la AUH apenas crece en términos reales.

Inocencia fiscal y dólares bajo el colchón

En paralelo, el Senado debatirá el proyecto de Principio de Inocencia Fiscal, otra pieza clave del andamiaje libertario. La iniciativa eleva drásticamente los montos a partir de los cuales se investiga la evasión, blindando legalmente el uso de ahorros no declarados.

Luis Caputo necesita el Presupuesto 2026 para seguir endeudándose.

El mensaje es claro: menos castigo, más confianza. Para la oposición, el subtexto también lo es: una invitación a blanquear sin decirlo, en un país donde el problema no es la falta de dólares, sino la falta de confianza.

Un final abierto

El Presupuesto libertario llega al Senado con los votos, pero no con la tranquilidad. Si el artículo 30 cae, el Gobierno enfrentará su primera gran derrota legislativa de fondo. Si pasa, consolidará un ajuste estructural que redefine el rol del Estado en áreas sensibles.

Javier Milei y el dólar.

En cualquier caso, el resultado dirá algo más que si habrá Presupuesto: mostrará hasta dónde llegan los aliados cuando el ajuste deja de ser abstracto y empieza a tocar intereses concretos.

Porque en la Argentina, los números nunca son solo números. Siempre son poder.