Enero arranca con una nueva ola de aumentos: alquileres, transporte, prepagas y combustibles vuelven a presionar el bolsillo
Enero arranca con una nueva ola de aumentos: alquileres, transporte, prepagas y combustibles vuelven a presionar el bolsillo
El inicio de enero llega con una batería de aumentos que volverán a tensionar la economía cotidiana de millones de argentinos. Con el comienzo de 2026, distintos servicios esenciales aplicarán subas que ya están confirmadas y que tendrán incidencia directa en el índice de inflación del primer mes del año.
Uno de los ajustes más relevantes será el de los alquileres que aún se rigen por la derogada Ley de Alquileres. En enero, los contratos indexados por el Índice de Contratos de Locación (ICL) tendrán un incremento del 36,39%, una suba menor a la de meses anteriores, aunque igualmente significativa para los inquilinos. Si bien el índice muestra una desaceleración, el ajuste sigue muy por encima de la evolución de los salarios.

En el rubro salud, las empresas de medicina prepaga comunicaron nuevos aumentos de hasta 2,5% en las cuotas, que también impactarán en los copagos. Desde la Superintendencia de Servicios de Salud recordaron que los afiliados pueden comparar planes, precios y prestadores a través de la plataforma digital oficial habilitada para tal fin.
El transporte público será otro de los rubros con subas generalizadas. En la Ciudad de Buenos Aires, el boleto de colectivo aumentará 4,4%, llevando el pasaje mínimo a $619,37. En la provincia de Buenos Aires, el incremento será del 4,5%, con el boleto inicial que superará los $685. También se actualizará la tarifa del subte, que pasará a costar $1.259 por viaje.

A estos incrementos se suma el ajuste en la Verificación Técnica Vehicular (VTV) en territorio bonaerense. A partir del 16 de enero, el trámite aumentará 21,8%, llevando el costo para autos particulares a casi $100.000, una cifra que genera fuerte malestar entre los conductores.

Los servicios de cable, internet y telefonía también aplicarán retoques de tarifas durante los primeros días de enero. Las subas oscilarán entre el 3% y el 4,5%, dependiendo de la empresa y del tipo de servicio contratado.
En paralelo, el Gobierno nacional prevé aplicar desde el 1° de enero el aumento pendiente de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, lo que impactará de manera directa en el precio de la nafta y el gasoil. Este ajuste, postergado durante 2024 y 2025, podría traducirse en nuevos aumentos en surtidores.
Con este escenario, enero se perfila como un mes complejo para el bolsillo. Alquileres, transporte, salud, combustibles y servicios convergen en una nueva escalada de precios que obligará a los hogares a recalcular gastos y prioridades en un contexto económico que todavía no logra consolidar una recuperación sostenida del poder adquisitivo.