Fin del experimento Espert: del llanto televisivo al adiós forzado en plena campaña libertaria

05 de octubre de 2025
Redacción La Plata Diario

El economista renunció a su candidatura a diputado tras las denuncias por presunta corrupción y acusó a los medios de montar una operación para ensuciar la elección. En el entorno de Milei hay malestar y temor por el impacto en Buenos Aires.

El derrumbe político de José Luis Espert se consumó este domingo. El economista liberal anunció su renuncia a la candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, luego de ser involucrado en el escándalo conocido como el caso Machado, una trama de presunta corrupción y vínculos con el empresario detenido por lavado de dinero.

El comunicado, difundido en sus redes sociales, confirmó lo que desde hacía días se rumoreaba en la Casa Rosada: su salida fue acordada con el presidente Javier Milei, que decidió aceptar la dimisión para evitar que el caso continúe desgastando a La Libertad Avanza en la recta final de la campaña.

“Puse a disposición mi renuncia a la candidatura, y el Presidente decidió aceptarla”, expresó Espert, en una publicación que sonó a despedida anticipada. Pero el texto también dejó entrever su enojo: denunció una “operación orquestada por el sistema que destruyó al país durante décadas”, apuntando sin nombrarlos a sectores políticos y mediáticos.

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Entre el descrédito y la victimización

Visiblemente golpeado, Espert aseguró ser víctima de un “despiadado juicio mediático” y repitió que no tiene “nada que ocultar”. “Demostraré mi inocencia ante la Justicia, sin fueros ni privilegios”, prometió, buscando despegarse de las sospechas que lo relacionan con Fred Machado, empresario argentino detenido en el exterior por lavado de activos y narcotráfico.

El economista, que días atrás protagonizó una entrevista televisiva en la que rompió en llanto y acusó a Juan Grabois de estar detrás de las denuncias, insistió en que todo el escándalo busca “ensuciar el proceso electoral” y desviar la atención de los problemas de fondo del país.

“Esto fue una gran mentira para evitar discutir lo que los argentinos tenemos que hacer para cambiar el rumbo de nuestro país”, sostuvo en su texto.

Un mensaje a la tropa libertaria

En otro tramo del comunicado, Espert habló directamente a los militantes y dirigentes de La Libertad Avanza. Les pidió “no dejarse psicopatear” por las acusaciones y seguir defendiendo el proyecto libertario.

“Usen cada minuto que queda hasta las elecciones para explicarle a los argentinos que tenemos una oportunidad única de recuperar el futuro”, instó, en un intento por dejar un mensaje de resistencia ante la crisis.

El cierre fue casi personal, con tono de despedida política: “El tiempo demostrará que no somos todos lo mismo. Con afecto y agradecimiento, José Luis Espert”.

Un golpe para Milei en el corazón electoral

La renuncia de Espert golpea al oficialismo libertario en su distrito más estratégico. La provincia de Buenos Aires era el escenario donde el economista debía consolidar el voto liberal y captar a los sectores medios descontentos con la política tradicional. Su salida, en cambio, deja un vacío y profundiza el malestar interno dentro de La Libertad Avanza, que enfrenta divisiones entre el núcleo duro de Milei y los aliados liberales históricos.

En Balcarce 50 reconocen que el Presidente no tuvo margen de maniobra. La continuidad de Espert era insostenible en medio del vendaval judicial y mediático, y la decisión de apartarlo fue interpretada como un gesto de pragmatismo político. “Era él o la campaña”, resumió un funcionario libertario.

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El trasfondo del caso Machado

El escándalo Machado estalló semanas atrás, cuando la Justicia y medios internacionales revelaron una red de lavado de dinero vinculada al narcotráfico. Según la investigación, Fred Machado habría canalizado fondos hacia empresarios y dirigentes políticos argentinos. Entre los nombres mencionados, apareció el de Espert, aunque hasta el momento no existen pruebas directas que lo involucren penalmente.

Pese a ello, el daño político fue inmediato. La oposición aprovechó el caso para cuestionar la supuesta transparencia del oficialismo libertario y acusar a Milei de encubrir a sus aliados.

El cierre de un capítulo incómodo

Con su salida, Espert se convierte en la primera baja política significativa del oficialismo desde que Milei asumió la presidencia. Para el Gobierno, representa un intento de cerrar una crisis antes de que se transforme en un escándalo institucional. Para la oposición, en cambio, es la confirmación de que el discurso de “la casta” también alcanza a los libertarios.

El propio Espert, que hace apenas un año era considerado uno de los pilares técnicos del espacio, se despide en el peor momento, con su reputación en entredicho y una causa judicial que promete seguir dando que hablar.

En un clima de desconfianza, fragmentación y campaña al rojo vivo, su caída expone el costo político de un espacio que prometió “romper con el sistema” y terminó devorado por sus mismas lógicas.