Impacto Mundial: en Brasil ordenaron detener al ex Presidente Bolsonaro por intentar romper su tobillera electrónica
El Supremo Tribunal Federal aseguró que el expresidente buscó fugarse durante una manifestación frente a su casa. Alexandre de Moraes dispuso su prisión preventiva y el traslado a una cárcel en Brasilia.
El expresidente Jair Bolsonaro quedó detenido de manera preventiva este sábado luego de que el Supremo Tribunal Federal (STF) afirmara que intentó romper su tobillera electrónica durante una manifestación convocada frente a su residencia en Brasilia, donde cumplía prisión domiciliaria desde agosto.
El fallo fue firmado por el presidente del STF, Alexandre de Moraes, quien ordenó el inmediato arresto y el traslado del exmandatario a una cárcel. De acuerdo con el Centro de Monitoreo Integrado de Brasilia, el dispositivo fue vulnerado en las primeras horas del 22 de noviembre, lo que para el magistrado demuestra la intención concreta de Bolsonaro de “asegurar el éxito de su fuga” en pleno acto público convocado por su hijo, Flávio Bolsonaro.

La maniobra de fuga y el nuevo frente judicial
El documento judicial remarca, además, la “repetición del modus operandi” del expresidente, quien –según Moraes– vuelve a recurrir a la movilización de simpatizantes para generar confusión y avanzar con su propia agenda política. Como dato adicional, el magistrado destacó que la casa de Bolsonaro se encuentra a solo 13 kilómetros de la embajada de Estados Unidos, un elemento que el STF considera relevante por antecedentes de pedidos de asilo en casos similares.
La cadena Globo confirmó que la Corte Suprema dispuso la prisión preventiva para “garantizar el orden público”. Tras su detención, Bolsonaro fue alojado en una sala de Estado, un espacio reservado para expresidentes y autoridades de alto rango.

Las causas pendientes y el historial que complica al exmandatario
Bolsonaro estaba bajo prisión domiciliaria desde el 4 de agosto, también por orden de Moraes, quien lo acusó de violar medidas cautelares al utilizar redes sociales de aliados —incluidos sus tres hijos parlamentarios— para difundir mensajes de apoyo a la intervención extranjera y de ataque al STF.
En septiembre, el Supremo lo condenó a 27 años y 3 meses de prisión por tentativa de golpe de Estado, aunque esa sentencia aún no quedó firme y continúa en etapa de apelaciones. No obstante, la detención de este sábado no está directamente vinculada a esa causa, sino al intento de vulnerar el dispositivo de monitoreo electrónico.
La detención preventiva reabre la tensión institucional en Brasil y coloca nuevamente a Bolsonaro en el centro de una crisis política que parece lejos de terminar.