La investigación por el escándalo de las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó un nuevo capítulo: los mensajes borrados del celular de Diego Spagnuolo, exdirector del organismo y hombre cercano a Javier Milei y Karina Milei, son irrecuperables.

Según el informe de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), la imposibilidad de acceder al contenido se debe a que fueron eliminados mediante un método especial de borrado selectivo, lo que impide restaurarlos. Así se lo comunicaron al juez federal Sebastián Casanello y al fiscal Franco Picardi, quienes llevan adelante la causa.

 

 

 

 

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Conversaciones borradas con Milei

El hallazgo es especialmente relevante porque entre los chats eliminados se encontraban conversaciones con el presidente Javier Milei, de quien Spagnuolo fue abogado en varias causas, y con su hermana, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.

Pese a que el exfuncionario visitó en el último año y medio 48 veces la Casa Rosada y 39 la Quinta de Olivos, en el teléfono no figura ni un solo intercambio con el mandatario ni con su entorno más cercano.

Cómo fue la pericia

Durante el allanamiento en su domicilio de Pilar, Spagnuolo entregó dos celulares. Uno estaba en desuso, pero en el otro los peritos detectaron la existencia de múltiples conversaciones eliminadas. La conclusión fue que no se trató de un formateo general, sino de una eliminación selectiva y deliberada.

En paralelo, los investigadores analizan los teléfonos de los hermanos Jonathan y Emmanuel Kovalivker, dueños de la Droguería Suizo Argentina. En el caso de Emmanuel, un Samsung de última generación, todavía no pudo abrirse y se pidió asistencia a la firma israelí Cellebrite.

Un escándalo que salpica al círculo presidencial

La investigación contra Spagnuolo se inició a partir de audios en los que mencionaba presuntos retornos que también involucrarían al asesor presidencial Eduardo “Lule” Menem. La imposibilidad de recuperar los mensajes en su celular se convierte ahora en un obstáculo clave para el avance judicial, aunque los investigadores confían en poder avanzar con la información de otros dispositivos.