A días de despedir 2025, los números de la inflación vuelven a colocarse en el centro del análisis económico. Las estimaciones privadas y el consenso del mercado anticipan que diciembre cerrará con una suba de precios cercana al 2,5%, impulsada principalmente por los aumentos en la carne, que concentraron la mayor presión sobre el índice general.

De acuerdo con los informes más recientes de Analytica, LCG y Libertad y Progreso, y con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, el comportamiento del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas fue determinante en el resultado del mes, tanto por su peso en la canasta como por su dinámica durante las últimas semanas.

El REM de noviembre había proyectado una inflación de 2,1% para diciembre, una previsión que marcó una leve corrección a la baja y reforzó la idea de una desaceleración gradual hacia los primeros meses de 2026. Sin embargo, las consultoras privadas ubicaron sus estimaciones por encima de ese nivel, con registros que oscilan entre 2,3% y 2,5%.

Alimentos: el factor clave del mes

Los datos de alta frecuencia muestran que el impulso inflacionario estuvo concentrado en los alimentos. Analytica relevó que, en la tercera semana de diciembre, los precios del rubro aumentaron 0,9% semanal en el Gran Buenos Aires, lo que llevó el promedio de las últimas cuatro semanas al 2,8%. Con ese arrastre, la consultora proyectó una inflación mensual del 2,5%.

La serie semanal evidenció un patrón de aumentos moderados pero persistentes desde octubre, con un repunte más marcado a comienzos de diciembre, un comportamiento típico de cierre de año que volvió a sentirse con fuerza en la mesa de los hogares.

LCG, en tanto, registró en la última semana del mes una suba del 0,6% semanal en alimentos, luego de una caída previa. En el promedio mensual, el rubro acumuló un 2,3%, aunque la medición punta a punta mostró una variación más acotada.

La carne, protagonista absoluta

Uno de los datos más relevantes de los informes privados fue la concentración de las subas. Según LCG, el 68% del aumento semanal de los alimentos se explicó exclusivamente por los cortes de carne, mientras que en la medición mensual ese capítulo explicó más del 80% de la variación total.

En contraste, otros componentes de la canasta, como verduras y lácteos, mostraron bajas o aumentos mínimos, lo que ayudó a contener el índice general y redujo la dispersión de precios.

Qué esperan los analistas para 2026

Si bien diciembre cerraría con un nivel similar al de noviembre, los especialistas coinciden en que el desafío para los próximos meses será sostener la desaceleración, en un contexto donde los alimentos siguen mostrando alta sensibilidad y donde cualquier corrección en precios regulados o costos podría alterar el sendero descendente.

Con este escenario, 2025 se despide con una inflación contenida en términos históricos recientes, pero todavía muy dependiente del comportamiento de productos clave, como la carne, que vuelve a marcar el pulso del índice.