La Plata Diario

Pese a que la sensación en la calle es diferente, el INDEC anunció una inflación del 2,4% en noviembre


11 de diciembre de 2024

Según el Gobierno, el dato se ubicó por debajo de las previsiones de los consultores. Los alimentos subieron 0,9%, muy por debajo del promedio general. En los últimos doce meses, la inflación acumuló un incremento del 166%. Es la inflación más baja desde julio de 2020.

Redacción La Plata Diario

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó que la inflación de noviembre fue del 2,4%, el índice mensual más bajo desde julio de 2020. Sin embargo, el impacto real en los bolsillos de los argentinos parece contar una historia diferente. Aunque el dato oficial muestra una desaceleración significativa, con un acumulado del 166% interanual, las subas en servicios, alimentos y transporte generan una sensación de crisis que contrasta con las cifras publicadas.

Un índice que no convence

Mientras el ministro de Economía, Luis Caputo, celebró el dato en redes sociales afirmando que se trata de "la inflación más baja desde 2020" y destacando subas mínimas en alimentos (0,9%) y bienes (1,6%), los argentinos enfrentan aumentos mucho más tangibles en servicios esenciales como electricidad, gas y transporte, que promediaron un 4,5% en noviembre.

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En contraste, analistas privados advierten sobre una marcada desconexión entre los índices oficiales y el costo de vida. Si bien las cifras reflejan un menor ritmo de aumento en bienes, los servicios, fundamentales para el día a día, continúan ajustándose mensualmente entre un 4% y un 5%.

La desigualdad entre bienes y servicios

El comportamiento dispar entre bienes y servicios es evidente. Mientras los bienes se benefician del ajuste cambiario controlado y de políticas como la baja del impuesto PAÍS, los servicios están sujetos a factores como la eliminación de subsidios y la actualización tarifaria, lo que sigue presionando los gastos de los hogares.

"El 2,4% puede ser una buena noticia para el Gobierno, pero no para quienes van al supermercado o pagan la boleta de luz", comentó un economista independiente. En este contexto, los combustibles, las tarifas y las prepagas se destacaron por sus aumentos, superando en muchos casos el promedio mensual.

¿Un alivio o una ilusión?

Aunque el Gobierno proyecta una continuidad en la desaceleración inflacionaria, respaldada por medidas como la reducción del crawling peg al 1%, la realidad parece más compleja. Las previsiones para diciembre, que históricamente es un mes de alta presión estacional, apuntan a posibles ajustes significativos en alimentos y transporte, especialmente tras el aumento en el precio de la carne hacia fin de mes.

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La percepción en las calles

La sensación de alivio propagada por los datos oficiales contrasta con la experiencia diaria de los consumidores. "Podrán decir que la inflación baja, pero el precio del transporte, la carne y los alquileres no hacen más que subir", comentó un comerciante de Buenos Aires.

Mientras el presidente Javier Milei y su equipo celebran los avances en la lucha contra la inflación, la desconexión entre los índices y la realidad cotidiana pone en duda si la Argentina está realmente en camino hacia una estabilidad económica sostenible.

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En resumen, aunque las cifras oficiales brindan un respiro en los titulares, la lucha contra la inflación aún no se siente en las góndolas, las tarifas o los salarios, dejando a los argentinos con la incertidumbre de si estos números son realmente el principio de un cambio duradero o una tregua pasajera en un contexto económico cada vez más apremiante.

Redacción La Plata Diario

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