La insólita frase de Javier Milei en cadena nacional: “El salario promedio pasó de US$300 a US$1.100”
10 de diciembre de 2024
Milei abrió su mensaje agradeciendo a los argentinos que, según él, "soportaron los meses duros con la frente en alto". Dirigiéndose especialmente a los asalariados y a quienes tienen múltiples empleos, afirmó: "Me gustaría agradecer en especial a los argentinos maltratados por el injusto modelo de la casta, los que no viven del Estado".
En una cadena nacional transmitida desde Casa Rosada, el presidente Javier Milei realizó un balance de su primer año al frente del Ejecutivo y trazó las metas de su administración para 2025. Rodeado por los miembros de su gabinete, el mandatario definió su gestión como "la reforma estructural más grande de la historia", en un discurso que combinó autocomplacencia, cifras ambiciosas y retórica disruptiva.
“El sacrificio no será en vano”
Milei abrió su mensaje agradeciendo a los argentinos que, según él, "soportaron los meses duros con la frente en alto". Dirigiéndose especialmente a los asalariados y a quienes tienen múltiples empleos, afirmó: "Me gustaría agradecer en especial a los argentinos maltratados por el injusto modelo de la casta, los que no viven del Estado".
El mandatario insistió en que el país ha superado "la prueba de fuego" de la recesión, asegurando que "se vienen tiempos felices en la Argentina". Sin embargo, este optimismo contrasta con la percepción de amplios sectores sociales que enfrentan ajustes profundos, pérdida de empleos y caída del consumo interno.
Logros económicos: ¿milagro o espejismo?
En el plano económico, Milei destacó que su gobierno ha estabilizado el dólar y reducido la brecha cambiaria, proclamando: "Hoy la brecha está prácticamente muerta y el dólar libre se encuentra al mismo valor que hace un año". También celebró un supuesto aumento del salario promedio en dólares, al pasar de 300 a 1.100 dólares, aunque estas cifras han sido cuestionadas por expertos que señalan que el impacto no ha sido homogéneo en todo el país.
El presidente subrayó la eliminación del déficit fiscal y el superávit comercial: "Hace un año teníamos más de un punto del PBI de déficit comercial y reservas negativas por 11.000 millones de dólares; hoy hemos comprado más de 20.000 millones de dólares en reservas y pagos de deuda". A pesar de estas afirmaciones, analistas advierten que el ajuste fiscal extremo ha golpeado a sectores productivos y generado un aumento de la pobreza en varias regiones.
Seguridad: “El orden público es sagrado”
Milei no escatimó en palabras para destacar su gestión en materia de seguridad. Comparó el presente con un pasado en el que, según él, "tener las calles secuestradas por los piquetes era la norma". En un tono polémico, aseguró: "Hoy los piqueteros tienen miedo de tomar la calle y la gente puede circular tranquila".
Estas declaraciones han sido fuertemente criticadas por organizaciones sociales, que consideran que el gobierno ha criminalizado la protesta y desatendido las demandas legítimas de los sectores más vulnerables. Asimismo, Milei destacó la obligatoriedad del trabajo en cárceles, afirmando que "hoy estamos poniendo a todos los presos del país a trabajar", lo que ha generado debates sobre los derechos laborales en contextos de privación de libertad.
Relaciones internacionales: “El mundo vuelve a mirarnos”
En su discurso, el mandatario contrastó su política exterior con la de gestiones previas, asegurando que "éramos un país irrelevante, un ejemplo en todo el planeta de lo que no se podía hacer". Ahora, según Milei, "ciudadanos e inversores de todo el mundo evalúan la posibilidad de venir aquí".
Sin embargo, los anuncios de nuevas inversiones aún no se han materializado de forma significativa, mientras que los acuerdos comerciales han generado dudas sobre la capacidad del país para competir en mercados internacionales sin afectar a la industria local.
Proyecciones para 2025: promesas ambiciosas
El presidente cerró su discurso con un anuncio de reforma tributaria que calificó como "estructural". Según Milei, esta medida reducirá en un 90% los impuestos nacionales y devolverá la autonomía fiscal a las provincias, fomentando una "competencia fiscal" que, en sus palabras, permitirá atraer inversiones.
Además, prometió un año de "baja inflación, alto crecimiento económico y una mejora sostenida en el poder adquisitivo de los argentinos". Pero los críticos apuntan a la falta de un plan claro para garantizar estas proyecciones, considerando las secuelas sociales del ajuste económico.
Un liderazgo bajo el escrutinio público
En su séptima cadena nacional, Javier Milei buscó consolidarse como el artífice de un cambio histórico en Argentina. Pero su discurso, repleto de citas altisonantes, enfrenta el desafío de ser respaldado por resultados tangibles. Mientras tanto, el país continúa dividido entre quienes ven en su figura una esperanza de transformación y quienes temen que las políticas del presidente agraven las desigualdades y la conflictividad social.
Milei concluyó su mensaje con una frase dirigida a sus detractores: "Estamos construyendo una Argentina para los que quieren progresar y no para los que viven del Estado". Una declaración que, como muchas de las políticas de su gobierno, no deja indiferente a nadie.