La noticia sacudió al mundo Boca en la tarde del martes. Miguel Ángel Russo, actual director técnico del club y símbolo xeneize por la conquista de la Copa Libertadores 2007, debió ser internado en el Instituto Fleni luego de que se le diagnosticara una infección urinaria en el marco de unos estudios médicos de rutina.

El entrenador de 69 años había concurrido durante la mañana a la clínica ubicada en Belgrano para someterse a chequeos programados, que incluyeron tomografías, resonancias y análisis de sangre sin mayores complicaciones. Sin embargo, en los análisis de orina se detectó la infección, lo que derivó en la decisión de dejarlo en observación.

Inicialmente, Russo recibió antibióticos e hidratación mediante suero. Con el correr de las horas, el cuerpo médico resolvió internarlo por al menos 24 horas, con el objetivo de monitorear su evolución en forma más estricta. “Está bien, pero prefieren tenerlo controlado”, aseguraron allegados al entrenador, que ya se recupera con buen ánimo.

La noticia llega en un momento de respiro deportivo para Boca, que había recuperado la senda del triunfo con tres victorias consecutivas. El propio Russo había sido clave en el repunte del equipo, que busca consolidar su rendimiento en el torneo local.

Cabe recordar que no es la primera vez que el DT enfrenta un problema de salud. En 2017, mientras dirigía a Millonarios de Colombia, le diagnosticaron cáncer de próstata. A pesar de atravesar un tratamiento de quimioterapia, Russo nunca abandonó la conducción técnica y logró superar la enfermedad.

En esta ocasión, la situación no reviste gravedad, pero en el club y entre los hinchas predomina la preocupación por el estado de salud de un entrenador que es referencia histórica de Boca Juniors.