A contrarreloj: el Gobierno activa las extraordinarias y pone al Congreso bajo máxima tensión
22 de noviembre de 2025
La Casa Rosada busca anticipar el tratamiento de su paquete de reformas y analiza dividir en dos etapas el temario extraordinario. El Senado y Diputados ya fijaron las fechas de juramento de los nuevos legisladores.
El Gobierno de Javier Milei decidió acelerar el llamado a sesiones extraordinarias y podría oficializar la convocatoria antes del 10 de diciembre, mientras el Congreso avanza con la organización del recambio parlamentario y fija fechas para las ceremonias de juramento. Según confirmaron fuentes oficiales, el Ejecutivo apunta a ordenar en tandas el debate de sus principales reformas, uno de los objetivos centrales de la agenda política para 2026.
El Congreso Nacional ya activó el cronograma institucional. Los 24 senadores electos en octubre jurarán en una sesión preparatoria el 28 de noviembre a las 11.00, en la Cámara Alta. Por su parte, el secretario parlamentario de Diputados, Adrián Pagán, convocó a los legisladores electos a prestar juramento el 3 de diciembre a las 13.00.

Las reformas que Milei busca apurar antes de fin de año
Mientras se completan los juramentos, la Casa Rosada afina el calendario de tratamiento legislativo. El Gobierno analiza desdoblar las sesiones extraordinarias para dividir el paquete de proyectos en dos tramos: una primera etapa en diciembre y otra ya en los primeros días de 2026.
En la primera tanda, el oficialismo quiere avanzar con el Presupuesto y la Ley de Presunción de Inocencia Fiscal, dos iniciativas que considera claves para ordenar las cuentas públicas y consolidar su programa económico.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, había deslizado la posibilidad de extender la actividad parlamentaria durante enero. Sin embargo, la proyección más firme indica que habrá receso ese mes y que las sesiones extraordinarias se concentrarán entre el 1 y el 28 de febrero, con el objetivo de habilitar la discusión de las reformas de “segunda generación” que el oficialismo pretende instalar en la agenda del 2026.
La estrategia del Gobierno es clara: evitar un megapaquete legislativo difícil de negociar y, en cambio, avanzar por etapas para garantizar apoyos sectoriales, acelerar debates y ordenar el frente político en el Congreso. Con una nueva composición parlamentaria y un escenario económico frágil, cada votación se vuelve un test clave para el oficialismo.


