En un giro decisivo dentro del expediente por el triple crimen narco de Florencio Varela, la Unidad Fiscal de Homicidios de La Matanza ordenó la detención de Mónica Mujica, pareja de Víctor Sotacuro, uno de los principales acusados por los femicidios de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Rodríguez.

La mujer, de nacionalidad argentina, fue arrestada por la Policía Bonaerense en la Ciudad de Buenos Aires cerca de la medianoche del sábado, luego de que un nuevo testigo aportara una declaración clave ante los fiscales Adrián Arribas, Claudio Fornaro, Diego Rulli y Lorena Pecorelli.

Según reveló Infobae, ese testimonio ubica a Mujica dentro del negocio narco de la banda del Bajo Flores, con un rol activo en la recepción, corte y distribución de cocaína que ingresaba desde el exterior. Los investigadores creen que su participación fue determinante en el robo de droga que habría desencadenado los asesinatos de las tres jóvenes.

“Mujica sabía todo el plan”, aseguró una fuente cercana a la causa, que además sostuvo que la mujer habría ordenado el borrado del teléfono de Sotacuro luego del crimen, una maniobra que su propia sobrina reconoció ante los fiscales.

Apodado “El Duro” o “Chato”, Sotacuro es remisero en la Villa 1-11-14 y uno de los principales imputados por el triple femicidio. Su pareja enfrenta ahora la máxima calificación penal:
privación ilegal de la libertad coactiva agravada y homicidio triplemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, alevosía, ensañamiento y criminis causa.

De manera irónica, Mujica había declarado como testigo en el inicio de la investigación. En esa instancia, dijo que la noche del 19 de septiembre, poco antes de que las víctimas fueran vistas por última vez, Sotacuro se despidió con la frase:

“Gorda, coman que voy a hacer un remise”.

Sin embargo, otro testigo contradijo su versión y aseguró que, tras el crimen, Mujica le confesó:

“El Chato se mandó una cagada”.

Con esta detención, la fiscalía amplía el cerco sobre la banda del Bajo Flores, en una causa que ya expone los vínculos entre el narcotráfico, la violencia de género y la marginalidad urbana, en uno de los episodios más brutales del año.